LA SEGUNDA VIDA DEL PLÁSTICO
El plástico es un material relativamente reciente, obtenido en 1907 por el químico belga Leo Bekeland y convertido con el tiempo en parte integrante de nuestra vida cotidiana. Su uso ha aumentado exponencialmente a lo largo de las décadas: la producción mundial pasó de 1,5 millones de toneladas en 1950 a 322 millones en 2015 y se prevé que se duplique en los próximos 20 años. El éxito de los plásticos se debe a su resistencia, ligereza y durabilidad, así como a sus excelentes propiedades químicas, térmicas y eléctricas, características intrínsecas que han permitido a este material desempeñar un papel cada vez más importante en nuestra economía.
El modelo a seguir
El aumento de la producción ha provocado un incremento natural de los residuos plásticos: sólo en Europa se producen alrededor de 25,8 millones de toneladas al año, de las cuales se recicla menos del 30%; el resto se incinera o se deposita en vertederos o, en el peor de los casos, acaba disperso en el medio ambiente.
En un momento en que la protección del medio ambiente es una necesidad mundial urgente, convertir los residuos en un recurso se convierte en una prioridad: un objetivo que puede alcanzarse adoptando una economía circular que amplíe el ciclo de vida de los productos, reduciendo los residuos al mínimo. Frente al modelo económico lineal basado en el esquema «extraer, producir, usar, tirar», el modelo de producción y consumo deseados implica el reciclaje de materiales con el objetivo de reintroducirlos, siempre que sea posible, en el ciclo económico como materia prima para la producción de bienes y productos manufacturados.
El reciclaje de los plásticos aporta indudables ventajas en términos de reducción del impacto medioambiental, por lo que es esencial adoptar políticas en este sentido. Hoy en día, en comparación con el pasado, disponemos de los medios y los conocimientos necesarios para tomar decisiones conscientes en favor de la protección del medio ambiente: promover el desarrollo sostenible es un deber común.
Limpieza que ayuda al medio ambiente
Concebir y realizar los mejores sistemas de limpieza poniendo la calidad y la innovación en el centro de cada proyecto, respetando al mismo tiempo el medio ambiente en el que vivimos: ésta es la filosofía que desde principios de los años 70 impulsa y orienta a Filmop International, la primera empresa italiana del sector de los equipos de limpieza que ha obtenido la certificación Plástico Segunda Vida (PSV ) del Instituto para la Promoción de los Plásticos Reciclados (IPPR).
PSV es la primera marca europea dedicada a los plásticos reciclados: una certificación medioambiental de producto creada para garantizar, hacer más visibles y más fácilmente identificables los bienes obtenidos con el uso de plásticos reciclados. Hasta la fecha, es la única certificación europea que valora realmente los productos fabricados con plástico reciclado: a diferencia de muchos otros reconocimientos de atención genérica a la protección del medio ambiente, se trata de un sistema estructurado capaz de verificar y garantizar la calidad y la trazabilidad del material utilizado.
El compromiso de Filmop International con el desarrollo de soluciones sostenibles se ha traducido a lo largo del tiempo en una amplia gama de productos con componentes certificados PSV, diseñados específicamente para minimizar el impacto medioambiental sin renunciar a un elevado estándar de calidad.
La obtención de la certificación “Plastica Seconda Vita” (Plástico Segunda Vida) atestigua la adopción por parte de la empresa del sistema de economía circular: el polipropileno PSV utilizado forma parte, de hecho, del círculo virtuoso del reciclaje. Para lograr este importante resultado, la empresa tuvo que orientar y reprogramar su producción: los componentes de la gama PSV se fabrican mediante moldeo por inyección, utilizando un compuesto reciclado a base de propileno procedente de residuos industriales y de la recogida selectiva de residuos.
Sin embargo, no todos los plásticos reciclados tienen características adecuadas para la producción de los productos de Filmop International: el primer paso que dio la empresa fue buscar un plástico reciclado con parámetros técnicos que garantizaran la misma robustez y fiabilidad a lo largo del tiempo, así como los mismos colores y líneas de diseño. Este proceso inicial llevó a la empresa a identificar un plástico reciclado de primera calidad capaz de mantener el alto nivel de calidad y prestaciones de la gama de productos de Filmop International. Las características desde el punto de vista técnico, funcional y cualitativo no cambian: la certificación Second Life Plastic garantiza la misma calidad, robustez, fiabilidad en el tiempoy colorido de los productos fabricados anteriormente con materiales de primer uso.
El camino emprendido por Filmop International no ha sido fácil: la empresa ha tenido que realizar una serie de pruebas y ensayos para obtener el producto deseado, con una importante inversión no sólo económica, sino también de tiempo y personal. Además, la certificación obtenida exige un compromiso constante en el tiempo: Filmop International supervisa constantemente los procesos de producción y se somete a inspecciones anuales.
La decisión de invertir en productos de limpieza profesional con componentes de la marca PSV es el resultado de la convicción de la empresa de que es posible crear soluciones de calidad y eficaces, pero al mismo tiempo respetuosas con el medio ambiente en el que vivimos.
El compromiso de Filmop International contribuye concretamente a reducir el impacto medioambiental: la empresa no sólo favorece la reutilización de los materiales de desecho como materia prima, sino también el reciclaje de los materiales al final de su vida útil; de hecho, todos los productos fabricados con plástico son 100% reciclables.